» Velvet

× Rita: Me he dado cuenta de que la vida puede ser horrorosa, porque el que encuentra algo lo pierde, y el que lo tiene no lo valora, y el que lo tiene, pues...


× Rita: Quiero tener un hijo. Bueno, uno o dos, o tres mocosos que anden por ahí corriendo y hablando sin parar, y comiendo churros también. Y si son gordos pues que sean, total, qué importancia tiene eso ¿no?


× Alberto: ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Por qué eres tan perfecta? Siempre tienes la palabra perfecta para el momento oportuno. Yo no sé cómo lo haces pero siempre terminas solucionando las cosas. Uno tendría que ser imbécil para no enamorarse de ti.
  Ana: No Alberto, esto es como lo de la canción. Hay millones de canciones maravillosas pero uno no elige la mejor, elige la que le llega al corazón.


× Alberto: Quieres tener una vida tan completa como la mía, lo que creo que no has tenido en cuenta es que mi vida era completa porque tu estabas en ella.


× Ana: En el fondo, pase lo que pase siempre estaré contigo.


× Alberto: Fui muy feliz contigo Ana.
   Ana: Yo también, pero parece que fue hace mucho, verdad.
   Alberto: No quisiera que las cosas hubieran terminado así te lo aseguro.
   Ana: Yo tampoco.
   Alberto: Quererte ha sido lo más importante que he tenido en mi vida, y después de todo era injusto tener este final.
   Ana: Si, lo era pero cual podría ser.


× Ana: Ojala todos los dias de mi vida fueran así.
   Alberto: Lo serán, te lo prometo.


× Ana: Todo está cambiando,... mira mi vida siempre fueron las galerías y tu, y para una vez que salí de ellas fue para irme a París contigo, también yo necesito saber quien soy fuera de todo esto.
   Alberto: Había olvidado lo fácil que es entenderse contigo.
   Ana: Será la experiencia.
   Alberto: No, siempre fue así Ana.


× Alberto;
Si estás leyendo esto supongo que nada de lo que has podido hacer te ha detenido. Vas a casarte con la costurera.
Algo dentro de mí sabía que lo harías. Quizás porque veo en ti mi cabezonería pero, sobretodo, porque posees una cualidad que nunca tuve, yo nunca pude amar así, incondicionalmente. Ni a Gloria, ni a tu madre, a veces creo que ni a mis propios hijos. Y eso Alberto te hace ser mejor hombre de lo que yo he sido nunca.
Por eso no quiero que te cases pensando que me decepcionas. Al contrario, escribiendo estas líneas me doy cuenta que una parte de mi solo siente admiración. Las galerías contigo llegarán a lo mas alto y yo lo estaré viendo. Ana y tú tenéis mi bendición.
Se feliz hijo, más feliz de lo que yo nunca he sido.
Rafael.


× Ana: Voy a tener un hijo de Alberto y no le voy a tener a él.


× Don Emilio: Es que yo no puedo llegar a imaginarme mi vida sin ella.


× Esteban: No sabia lo que te necesitaba hasta que te he vuelto a ver.


× Clara: Velvet es Velvet gracias a Alberto, sí, pero también gracias a ti, y eso que no se te olvide. 


× Raúl de la Riva: Los días inolvidables son mis favoritos.


× Ana: No sé como voy a vivir sin él.
   Raúl: No vivirás, sobrevivirás. 


× Ana: No sé que hago aquí, Alberto, esto solo nos hará más daño.
   Alberto: Me duele más pensar que no te voy a volver a ver.


× La lealtad no se demuestra pidiendo explicaciones, sino entendiendo cuándo no hace falta pedirlas.


× No importa el número de veces que cambies de trabajo, lo importante es el motivo por el que lo hagas.


× Las mejores cosas de esta vida son las que cuestan más trabajo conseguir.


× Si te gusta lo que ves, irás por lo que te falta.


× Las cosas no siempre salen como las pensábamos cuando éramos unos niños.


× Los retos nos hacen recordar tres cosas: Quienes somos, lo que valemos y de qué estamos hechos.


× La vida alguna que otra vez nos da momentos para ser felices, pero solo alguna que otra vez, por eso hay que aprovecharlos.


× Por muy lejos que estés, siempre puedes volver por el mismo camino.


× Solo tenemos una vida y hay que aprovecharla hasta el último aliento.


× ¿Conoces a alguien que avance mirando hacia atrás?


× Tenemos que entender que hay cosas que no cambian, ni cambiaran nunca.


× En el ámbito empresarial, a veces hay que anteponer el sentido común a la norma.


× Los empleados no tienen que obedecerte, tienen que respetarte. Esa es la diferencia entre un líder y un jefe.